Día Mundial de la Salud Mental: tres historias que nos recuerdan la importancia de cuidar lo invisible

Día Mundial de la Salud Mental: tres historias que nos recuerdan la importancia de cuidar lo invisible

El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una ocasión para reflexionar sobre la importancia del bienestar emocional y psicológico como componente clave de nuestra salud integral y de nuestro día a día en el entorno laboral.

En CELIMA, Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social, queremos poner el foco en personas relacionadas con la salud mental, reconociendo su valor, capacidades y el derecho a una plena inclusión laboral.

Por eso, en este día tan significativo, compartimos los testimonios de tres compañeras que han querido contar en primera persona cómo una oportunidad laboral no solo las ha aportado independencia y desarrollo profesional, sino también confianza, estabilidad y sentido de pertenencia.

Ellas son Laura, Sonia y Yolanda, tres historias diferentes con un mensaje común: la salud mental se cuida con apoyo, rutina y oportunidades.

 

Laura: “El trabajo me da una rutina, y eso favorece mi salud mental”

Antes de incorporarse a Celima, Laura dedicaba su tiempo a formarse y realizar cursos de empleo. Siempre activa, buscaba nuevas oportunidades que le permitieran crecer y ganar independencia económica.

“Llegué a Celima gracias a los cursos de empleo que realicé. Necesitaba tener independencia económica, por mí y por mi familia.”

Para ella, trabajar aquí significa seguir aprendiendo y, además, poder ayudar a otras personas con los conocimientos que ha adquirido. Destaca que el empleo le aporta una rutina beneficiosa para su salud mental.

Hoy se siente “tranquila y muy contenta”, y valora especialmente el buen ambiente con sus compañeras: “Tenemos buena relación, y eso ayuda mucho en el trabajo.”

Su mensaje para el Día Mundial de la Salud Mental es claro y optimista:

“La salud mental no te impide hacer cosas. Hay que seguir adelante y esforzarse con el apoyo de la gente cercana.”

 

Sonia: “No pasa nada por pedir ayuda; te puede cambiar la vida”

Antes de llegar a Celima, Sonia compaginaba trabajos como jardinera y limpiadora.

Encontró esta oportunidad laboral a través de una página de empleo, movida por la necesidad de sacar adelante a sus dos hijas. Desde entonces, su trabajo se ha convertido en una fuente de seguridad, confianza y bienestar.

“A nivel personal me aporta estabilidad económica y emocional. Sé que puedo trabajar a pesar de mis limitaciones.”

La rutina laboral ha tenido un impacto muy positivo en su salud mental “Era un gran problema para mí por mi situación personal, pero me beneficia mucho tener una rutina diaria.”

De su etapa en Celima, destaca el apoyo recibido por sus compañeras, especialmente por Carmen: “Tuvo paciencia, calma y cariño para enseñarme desde el principio. Eso no se olvida.”

Su mensaje es un recordatorio para todos:

“La salud mental ayuda muchísimo y no tiene que dar vergüenza decirlo. Es una enfermedad más, y pedir ayuda puede cambiarte la vida.”

 

Yolanda: “Somos personas normales como todos. Lo importante es pedir ayuda y dejarse ayudar.”

Antes de trabajar en Celima, Yolanda se encargaba del cuidado de su casa y había desempeñado distintos empleos de limpieza en colegios, oficinas y portales. Llevaba mucho tiempo sin trabajar cuando un amigo vio un anuncio de Celima y la animó a presentarse.

“Conseguir un empleo estable significó mucho para mí.”

Desde hace dos años, su trabajo le ha aportado estabilidad, relaciones sociales y mejora en su estado de ánimo. En su puesto dice sentirse muy querida:

“El cliente me hace sentir una más, son muy detallistas conmigo. Incluso una compañera me regaló una pulsera cuando se fue; fue muy especial.”

Para Yolanda, el Día Mundial de la Salud Mental es una jornada para concienciar y romper prejuicios: “No está mal ir al psicólogo o al psiquiatra. No está mal pedir ayuda.”

Y deja un mensaje que resume perfectamente el espíritu de este día:

“Somos personas normales como todos. Lo importante es pedir ayuda y dejarse ayudar. Ese malestar es temporal.”

 

Cuidar la salud mental, también es importante en el trabajo

Las historias de Laura, Sonia y Yolanda reflejan la realidad de muchas personas que conviven con distintas situaciones emocionales, pero que encuentran en el empleo una fuente de equilibrio, autoestima y bienestar.

En Celima CEEIS, trabajamos cada día por crear un entorno inclusivo, donde cada persona se sienta valorada, escuchada y acompañada.
Sabemos que cuidar la salud mental no solo mejora la calidad de vida individual, sino también la convivencia, el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia.

Porque hablar de salud mental no es una debilidad, sino un acto de valentía.

“El camino hacia una sociedad más inclusiva comienza por reconocer y respetar la salud mental de cada persona.”