La relevancia de la gestión emocional y estrés laboral en los Centros Especiales de Empleo

La relevancia de la gestión emocional y estrés laboral en los Centros Especiales de Empleo

El pasado 10 de octubre de 2024, Celima, en colaboración con la Fundación Celima, llevó a cabo una formación dedicada a la gestión emocional y al manejo del estrés laboral, en conmemoración del Día Internacional de la Salud Mental. Este año, el lema utilizado fue “Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental”, siguiendo la temática propuesta por la Federación Mundial para la Salud Mental, que pone énfasis en la necesidad de priorizar la salud mental en el entorno laboral.

 

La formación fue impartida por Fidel Hernández, doctor en psicología con una vasta experiencia en docencia en la Universidad Autónoma de Madrid y en la Universidad Complutense. Los principales objetivos de esta actividad fueron: comprender las consecuencias del estrés en nuestro cuerpo (psicológicas, físicas y fisiológicas), definir estilos de vida saludables para reducir el estrés y mejorar el rendimiento laboral mediante técnicas de regulación emocional ante situaciones estresantes.

 

Durante la formación, se explicaron los conceptos de estrés positivo o estrés y el estrés negativo o distrés, y cómo cada uno impacta en nuestro bienestar. Se enfatizó la importancia de mantener un equilibrio entre las demandas laborales y el control que se ejerce sobre ellas para evitar el desgaste profesional o «burnout». La sesión incluyó estrategias específicas para reducir el estrés, como técnicas de respiración profunda, relajación muscular y pensamiento positivo, así como el desarrollo de inteligencia emocional para gestionar las emociones y aumentar la resiliencia.

 

Además, se destacaron los hábitos saludables que ayudan a reducir los efectos del estrés, como

  • Actividad física regular,
  • Alimentación equilibrada
  • Descanso adecuado y el
  • Apoyo social

Asimismo, se abordaron las estrategias de afrontamiento activo y de apoyo social, enfatizando en la necesidad de crear una «agenda personal del estrés» para identificar los factores laborales que lo desencadenan y así poder actuar de manera proactiva.

 

Algunas conclusiones de la formación fueron:

  • El estrés es una parte normal de la vida, pero podemos aprender a gestionarlo.
  • Adoptar hábitos saludables y practicar técnicas de regulación emocional nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida.
  • El manejo del estrés no solo mejora nuestro bienestar físico, mental y social, sino que también facilita el éxito en la búsqueda de empleo y en el entorno laboral.

 

Los participantes expresaron que esta formación les ayudó a comprender mejor sus emociones y a gestionar de manera más efectiva las situaciones de estrés. Desde la UNAP, se consideró que esta formación era necesaria para mejorar el bienestar laboral de los trabajadores, ya que las técnicas compartidas pueden aplicarse también en la vida diaria. Promover la salud mental en los Centros Especiales de Empleo es esencial. Al equipar a los trabajadores con estas herramientas, no solo se mejora su bienestar individual, sino que también se fortalece el equipo. En Celima Centro Especial de Empleo junto con la Fundación Celima, continuaremos apoyando estas iniciativas, ya que son clave para mantener un entorno laboral positivo y productivo, beneficiando a todos.
Invierno en la oficina: Estrategias de higiene para proteger la salud laboral

Invierno en la oficina: Estrategias de higiene para proteger la salud laboral

En cualquier entorno laboral, mantener un ambiente limpio y saludable es crucial para prevenir la propagación de bacterias dañinas que pueden causar enfermedades y reducir la productividad. Con espacios compartidos, equipos comunes y frecuentes interacciones interpersonales, no es sorprendente que las oficinas se conviertan en un caldo de cultivo para los gérmenes. Algunas de las bacterias más comunes en los entornos de trabajo, como Escherichia coli (E. coli) y Staphylococcus aureus, pueden causar infecciones graves si no se implementan medidas de higiene adecuadas.

 

Comprender los riesgos asociados con las bacterias y tomar medidas proactivas para prevenir su propagación es esencial para fomentar un espacio de trabajo seguro y saludable.

 

Bacterias comunes en el lugar de trabajo

Varios tipos de bacterias prosperan en entornos laborales, especialmente en áreas de alto contacto como teclados, teléfonos, manijas de puertas y cocinas comunes. A continuación, algunas de las más comunes:

 

Escherichia coli (E. coli): Esta bacteria se encuentra con frecuencia en lugares con mala higiene, especialmente donde se manipulan alimentos. El E. coli puede causar problemas digestivos, como diarrea, y se transmite a través del contacto con superficies o manos contaminadas.

Staphylococcus aureus: Comúnmente presente en la piel o la nariz de personas sanas, esta bacteria puede provocar infecciones cutáneas, intoxicación alimentaria o afecciones más graves como neumonía. Se propaga mediante el contacto piel a piel o superficies contaminadas.

Salmonella: Conocida por causar intoxicaciones alimentarias, la Salmonella se encuentra en cocinas compartidas o en superficies que han estado en contacto con alimentos crudos o mal cocidos.

Streptococcus: Responsable de enfermedades como la faringitis estreptocócica, esta bacteria se transmite a través de gotas respiratorias o al tocar superficies contaminadas.

Virus de la gripe y el resfriado común: Aunque no son bacterias, los virus como la gripe y el resfriado también se propagan fácilmente en los lugares de trabajo, causando síntomas que pueden afectar gravemente la productividad.

 

Áreas de alto riesgo en la oficina

Algunas zonas del lugar de trabajo son más propensas a albergar bacterias, especialmente aquellas que muchas personas tocan a lo largo del día. Estas incluyen:

 

Escritorios y teclados: Según estudios, los escritorios de oficina pueden albergar más bacterias que un asiento de inodoro. Los teclados, ratones y teléfonos se usan frecuentemente y rara vez se limpian.

Áreas comunes y cocinas: Las áreas donde se preparan o consumen alimentos son puntos críticos para bacterias como E. coli y Salmonella. Los electrodomésticos compartidos también contribuyen a la propagación de gérmenes.

Baños: Aunque se limpian más que otras áreas, los baños siguen siendo de alto riesgo, especialmente alrededor de los lavabos y las manijas de las puertas.

Ascensores y manijas de puertas: Áreas de tráfico alto como los ascensores y las manijas de las puertas son puntos de contacto constante, lo que facilita la acumulación y propagación de bacterias.

 

Estrategias de prevención para un entorno laboral saludable

Para minimizar el riesgo de infecciones bacterianas, es crucial que tanto empleadores como empleados practiquen una buena higiene y aseguren que el lugar de trabajo se mantenga limpio. Aquí algunas estrategias clave:

 

Fomentar el lavado regular de manos

Una de las formas más simples y efectivas de prevenir la propagación de bacterias es el lavado regular de manos. Anime a los empleados a lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de usar el baño, antes de comer y después de tocar superficies compartidas.

 

Proveer desinfectantes de manos

Coloque estaciones de desinfectante de manos en todo el espacio de trabajo, especialmente en áreas de alto tráfico como entradas, salas de reuniones y cerca de equipos comunes. Los desinfectantes a base de alcohol pueden ayudar a reducir la cantidad de gérmenes en las manos cuando no se dispone de agua y jabón.

 

Promover políticas de limpieza de escritorios

Incentivar a los empleados a mantener sus espacios de trabajo limpios puede limitar la propagación de bacterias. Proporcionar toallitas desinfectantes para escritorios, teclados y teléfonos permite que el personal limpie regularmente las superficies de alto contacto.

 

Mantener limpias las áreas comunes

Las cocinas, salas de descanso y baños deben limpiarse y desinfectarse con frecuencia. Los empleadores deben asegurarse de que los servicios de limpieza se enfoquen en las áreas de mayor riesgo.

 

Educar sobre prácticas de higiene

Proveer educación continua sobre la higiene puede marcar una gran diferencia en la salud del lugar de trabajo. Recordar a los empleados cubrirse al toser o estornudar, desechar los pañuelos correctamente y no compartir artículos personales es esencial.

 

Fomentar que los empleados enfermos se queden en casa

Una de las medidas más importantes para evitar la propagación de enfermedades es garantizar que los empleados enfermos se queden en casa. Esto protege al resto de los empleados de enfermarse.

 

 

Conclusión

Durante los meses de invierno, el mantenimiento de un ambiente laboral limpio y saludable es crucial para evitar la propagación de gérmenes y bacterias comunes en el entorno de trabajo. Implementar buenas prácticas de higiene y limpieza puede proteger la salud de los empleados. En Celima, ofrecemos soluciones profesionales de limpieza y desinfección adaptadas a las necesidades de tu empresa, asegurando un entorno de trabajo seguro y libre de contaminantes para todos tus colaboradores. Contáctanos hoy y descubre cómo podemos ayudarte a crear un ambiente más saludable y productivo.