En Celima Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social trabajamos cada día abrir caminos, derribar barreras y crear oportunidades reales para personas con discapacidad. Nuestro propósito es ser para ellos un puente hacia la empresa ordinaria. Cuando ese puente se cruza y una persona pasa a formar parte directamente de la plantilla del cliente, estamos cumpliendo nuestra misión.
Este mes celebramos uno de esos hitos que nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos y la importancia de los Centros Especiales de Empleo: la incorporación directa de Belén Romo Hernández, compañera, profesional y ejemplo de perseverancia.
Un recorrido marcado por el esfuerzo
Belén estudió un Ciclo Superior de Administración y Finanzas y suma más de dos décadas de experiencia administrativa. Su vida laboral cambió cuando comenzó a convivir con una discopatía lumbar degenerativa que limita su movilidad y su ritmo diario. Dos operaciones de hernia discal y limitaciones físicas crecientes marcaron un antes y un después.
“He aprendido a escuchar mi cuerpo, a aceptar mi ritmo y a desarrollar resiliencia para seguir adelante”, nos cuenta.
Su paso por Celima CEEIS
Belén conoció Celima en una feria de empleo de la Comunidad de Madrid para personas con discapacidad. Buscaba un entorno laboral adaptado a sus necesidades y decidió postularse.
Recuerda su primer día con nervios, sí, pero también con ilusión y ganas de aprender: “Me sentí bien recibida y apoyada desde el primer momento.”
Pasó por distintos centros como recepcionista y conserje. Finalmente llegó a una notaría donde, gracias a su profesionalidad, atención al detalle y trato excelente, consiguió algo que nos llena de orgullo: la empresa quiso incorporarla directamente a su plantilla.
Belén destaca especialmente el apoyo recibido: “Siempre me sentí acompañada, orientada y bien acogida por mis compañeros y por la Unidad de Apoyo.”
El salto a la empresa ordinaria
Cuando la notaría le propuso incorporarse directamente, Belén sintió emoción y también cierto vértigo. “Me sentí valorada por mi trabajo. Claro que tuve miedos, porque los cambios siempre generan incertidumbre, pero sabía que tenía la experiencia y las capacidades para afrontarlo.”
Ahora afronta esta nueva etapa con ilusión y con el objetivo de consolidarse en su puesto, aprender más sobre el trabajo notarial y seguir creciendo profesional y personalmente.
Un mensaje para otras personas con discapacidad
Belén transmite esperanza a otras personas con discapacidad que buscan su oportunidad laboral “Que no se rindan. Que confíen en sus capacidades. Con esfuerzo, actitud positiva y adaptándose a cada situación se pueden conseguir grandes cosas.”
Recordando también a las empresas el valor que supone la diversidad:
“Aportamos visión, creatividad y capacidad de superación. Nuestra presencia en los equipos genera entornos más empáticos, colaborativos y humanos”
La historia de Belén es la prueba de que cuando se acompaña, se adapta, se forma y se cree en las personas, los resultados llegan. Cada incorporación a la empresa ordinaria es una victoria para todo nuestro equipo, para la sociedad y, sobre todo, para quienes luchan por encontrar su lugar en el mundo laboral.
Gracias, Belén, por compartir tu camino y por recordarnos por qué hacemos lo que hacemos.
Gracias por ser parte de esta gran familia que, contigo, sigue creciendo.




