Cheikh Diagne: Una nueva vida de la mano de CELIMA

11 junio, 2024

Cheikh Diagne: Una nueva vida de la mano de CELIMA

11 junio, 2024

En esta nueva edición de #SOYCELIMA, queremos compartir la historia de uno de nuestros compañeros más veteranos y apreciados: Cheikh Diagne, a quien todos conocemos cariñosamente como Kamara. Este especialista en limpieza de cristales ha dedicado 17 años de su vida a CELIMA, demostrando un compromiso y entrega excepcionales.

 

Un Viaje Increíble y Adaptación a una Nueva Cultura

Kamara llegó a España en 2007 desde Senegal. «Vine en patera, como muchos otros,» nos cuenta. Su llegada no fue fácil, los primeros meses los pasó en un centro de la Cruz Roja. Al salir del centro, alquiló una habitación y se enfrentó los desafíos de empezar desde cero en un país nuevo. Tras unos meses en el país, y una vez que tuvo sus papeles, Kamara comenzó su andadura laboral en CELIMA.

Adaptarse a la vida en España también resultó un desafío. Aunque Kamara había estudiado algo de español en Senegal, se encontró con diferencias culturales significativas. «Aquí son muy desconfiados, en Senegal puedes entrar en cualquier lado, la gente no cierra sus puertas,» comenta. A pesar de estas diferencias, Kamara ha encontrado su lugar y se ha acostumbrado a las costumbres locales.

 

Creciendo en CELIMA y Superando Desafíos

Desde sus inicios como operario de limpieza en el Mercado Maravillas, Kamara mostró una gran habilidad y disposición para aprender. «En dos meses ya me manejaba bien con los cristales,» recuerda. Su talento y rapidez de aprendizaje lo llevaron a especializarse en la limpieza de cristales, un trabajo que prefiere pese al desgaste físico que conlleva.

Uno de los momentos más difíciles en su carrera fue durante la pandemia de COVID-19. Kamara continuó trabajando, asegurándose de que los centros estuvieran impecables. «Salía de casa con un permiso para enseñar a la Guardia Civil. Pase bastante miedo, pero sabía que mi trabajo era importante,» recuerda.

Como el empleado con más antigüedad en su especialidad, Kamara también es el encargado de formar a nuevos compañeros. «Es una responsabilidad enseñarles, pero siempre digo que, si sabes manejar la muñeca, ya sabes limpiar cristales,» dice modestamente. Su compromiso con la empresa y sus compañeros es evidente en cada palabra.

 

Un Futuro en CELIMA

A lo largo de los años, Kamara ha visto crecer a CELIMA y disfruta de su trabajo aquí. «Me he sentido arropado por la empresa, también me han hecho muchos favores» afirma. Aunque inicialmente no planeaba quedarse hasta la jubilación, ahora contempla esa posibilidad con agrado, siempre y cuando pueda seguir trabajando hasta entonces.

Para aquellos que están empezando, Kamara ofrece un consejo simple pero poderoso: «Hay que aguantar y trabajar mucho, hacer bien las cosas y evitar problemas. Y si tienes algún problema, coméntaselo a tu supervisor, siempre lo va a solucionar.»

 

Más Allá del Trabajo

Kamara trabaja en diferentes turnos, dependiendo de las necesidades de los centros que atiende. Pero se asegura de tener tiempo para sus hobbies, especialmente el fútbol, deporte al que dedica los sábados con sus amigos. «Juego de mediocentro, es un deporte que me gusta mucho y no puedo dejarlo» dice con una sonrisa.

Fuera del trabajo, Kamara también disfruta de la cocina, donde demuestra ser tan habilidoso como con los cristales. El día que llegue su jubilación, sueña con regresar a Senegal para estar con su familia, pero hasta entonces, continúa siendo una pieza clave en la familia CELIMA.

La historia de Kamara es un testimonio de la fuerza, la dedicación y el espíritu de superación que define a nuestros empleados. Su ejemplo nos sirve de inspiración para enfrentar los desafíos con determinación y a valorar a cada una de las personas que forma parte de CELIMA.

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